Cáncer de testículo

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Si usted es un hombre, tiene un par de glándulas en forma de huevo llamadas testículos. Los cuales están dentro del escroto, el cual es una bolsa que cuelga detrás de su pene. Sus testículos producen las células de esperma y la hormona testosterona. Dentro de cada testículo, existen tubos enrollados llamados túbulos seminíferos, donde su cuerpo forma células inmaduras de esperma conocidas como células germinales o espermatogonios. A través de una serie de etapas, llamadas espermatogénesis, los espermatogonios se convierten en un esperma maduro. El cáncer testicular es una enfermedad debida al crecimiento anormal en uno o ambos testículos. Generalmente se inicia en las células germinales, cuando los daños genéticos o cambios, llamados mutaciones, causan que las células crezcan de forma descontrolada. Las células germinales cancerosas se agrupan para forman un tumor, el cual continua creciendo. En la mayoría de los casos, estas mutaciones ocurren en las células germinales y se llaman tumores de células germinales. Los médicos clasifican los tumores de células germinales en seminomas o no seminomas o basándose en la apariencia de las células bajo el microscopio. Generalmente, los tumores que no son seminomas son más agresivos. Estos crecen y se diseminan rápidamente; mientras que los tumores que sí son seminomas tienen a progresar a un ritmo más lento. Los síntomas del cáncer testicular pueden incluir una masa indolora en el testículo o dolor o hinchazón testicular. Si usted padece de cáncer testicular, su médico le puede recomendar someterse a cirugía, quimioterapia, radioterapia o una combinación de tratamientos, según el tipo y la etapa del tumor. Su tratamiento se iniciará con la extirpación del testículo canceroso, por medio de una orquiectomía inguinal radical. En este procedimiento, el cirujano hará una incisión en la parte inferior del abdomen. Luego, extirpará el testículo del escroto. Finalmente, el cirujano cerrará la incisión con suturas o grapas quirúrgicas. Después, el patólogo examinará el testículo para determinar el tipo de cáncer que usted padece y para planificar el tratamiento a seguir. Si usted presenta nódulos linfáticos abdominales agrandados o si las muestras de sangre indican la presencia de cáncer después de su orquiectomía, su médico le puede recomendar la quimioterapia. La quimioterapia usa fármacos para detener el progreso del cáncer, matando las células cáncerosas que puedan haberse diseminado a través de los nódulos linfáticos a otras partes de su cuerpo. Si su tumor contiene las células no seminomas más agresivas, su cirujano puede llevar a cabo una disección de los nódulos linfáticos retroperitoneales luego de que reciba la quimioterapia. Durante este procedimiento, el cirujano insertará instrumentos laparoscópicos a través de pequeñas incisiones en su abdomen. Luego, extirpará los nódulos linfáticos abdominales, incluyendo todas las células cancerosas que se puedan haber diseminado hacia ellos. Si usted tiene un tumor seminomatoso, su médico le puede recomendar la radioterapia, la cual emplea rayos X de alta energía para matar las células cancerosas solo en la zona de tratamiento. Durante este procedimiento, el médico dirige el haz de la radioterapia externa hacia los nódulos linfáticos abdominales retroperitoneales. El haz de la radiación matará cualquier célula cancerosa que se haya diseminado a ellos.

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