LOS ENAMORADOS {6}: La UNIÓN ETERNA del TAROT

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En este video, exploramos el profundo simbolismo de la carta de Tarot 'Los Enamorados'. Analizamos su representación del amor sagrado, la elección y la unión de opuestos, así como la cooperación entre lo masculino y lo femenino. Examinamos la simbología en diferentes versiones de la carta, incluyendo referencias bíblicas y gnósticas. También abordamos la numerología asociada y su conexión con la Cábala. Finalmente, ofrecemos una crítica a las interpretaciones postmodernas del amor y la identidad en relación con esta carta.

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**NOTAS DEL EPISODIO**

1. El "amor romántico" como ideal dominante es un constructo moderno que surge en el siglo XVIII con el Romanticismo, donde la pasión, la elección individual y el drama emocional se elevaron a valores centrales. Antes de esto, el amor en la mayoría de las culturas estaba subordinado a deberes sociales: matrimonios por conveniencia (dinastías, supervivencia económica), alianzas políticas o religiosas, y lealtades familiares. En la Edad Media, el amor cortés ya jugaba con la idealización, pero como fantasía literaria, no como expectativa conyugal. Hoy, el amor romántico —con su énfasis en la compatibilidad emocional y la realización personal— choca con tradiciones donde el matrimonio era, ante todo, un pacto de trabajo en equipo. La paradoja es clara: mientras más se idealiza el amor, más frágil se vuelve su práctica.

2. El Tarot de Marsella es un mazo de tarot clásico originado en el siglo XVIII en Francia, considerado la base de la mayoría de las barajas modernas. Sus imágenes —grabadas en xilografía y coloreadas a mano— destacan por su simbolismo crudo y estilo medieval, con arcanos mayores como El Loco, El Mago y La Rueda de la Fortuna representados de manera arquetípica. A diferencia de versiones esotéricas posteriores (como el Rider-Waite o el Thoth), el Marsella carece de escenas narrativas detalladas, dejando la interpretación abierta a la intuición y la tradición oral. Su iconografía refleja influencias cristianas, alquímicas y del hermetismo renacentista, pero sin las capas ocultistas añadidas en el siglo XIX.

3. El símbolo gnóstico de la serpiente enroscada en una cruz (o tau) representa la fusión de opuestos: la serpiente (sabiduría oculta, gnosis) asciende por la cruz (materia, sufrimiento), simbolizando la liberación del espíritu atrapado en el mundo físico. Este ícono, vinculado al dios serpentino gnóstico Abraxas y al caduceo de Hermes, también aparece en alquimia como la serpiente mercurial, que une lo inferior y lo superior. Curiosamente, la medicina moderna adoptó una versión (vara de Asclepio: serpiente sola) para simbolizar curación, pero su raíz es la misma: la serpiente que veneno y antídoto, muerte y renacimiento, como en los misterios de Asclepio y el mito de la vara de Moisés (Éxodo 4:3).

4. El posmodernismo, al deconstruir toda ontología fija —negando verdades universales, reduciendo la realidad a "constructos sociales" y disolviendo identidades culturales o de género en performatividades fluidas—, ha eregido un culto a la nada: un relativismo radical donde nada es intrínsecamente real, solo contingente y mutable. Al desmantelar metanarrativas (como la religión, la ciencia o incluso el lenguaje), no solo cuestiona el poder establecido, sino que niega la posibilidad de significado perdurable, dejando un vacío donde la existencia misma se vuelve un juego de simulacros (Baudrillard).

5. Lilith, según la tradición judía (Talmud, Erubin 100b; Números Rabbah 16), fue la primera mujer de Adán, creada igual que él del polvo (Génesis 1:27), pero rebelde al negarse a yacer bajo él. Abandonó el Edén pronunciando el nombre prohibido de Dios y se unió a demonios (Samael), convirtiéndose en madre de íncubos y asesina de infantes (en textos como el Alfabeto de Ben Sirá, siglo X).
6. Thelema, fundada por Aleister Crowley en 1904, es una filosofía religiosa basada en la premisa "Haz lo que tú quieras será toda la Ley" (Liber AL vel Legis). Combina ocultismo, misticismo oriental y magia ceremonial, centrándose en la voluntad individual como camino espiritual. Crowley proclamó una nueva era (el Eón de Horus), donde el ser humano trasciende dogmas para alcanzar su Verdadera Voluntad (equivalente al Dharma o Tao). Sus rituales, influenciados por la Golden Dawn y el tantrismo, buscan la unión con lo divino a través de la magia sexual, el uso de drogas sagradas y la deificación del yo.