La Iglesia católica en la República Checa ya no es católica. Por lo tanto, no tiene derecho a la restitución de los bienes que pertenecen a la Iglesia católica.

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El 24 de enero de 2024, la Conferencia Episcopal Checa (CEC), bajo el liderazgo del arzobispo Jan Graubner, respaldó la llamada declaración doctrinal Fiducia supplicans. Este documento cambia la esencia misma de la Iglesia católica, es decir, su doctrina. Tras aceptar voluntariamente esta nueva enseñanza, la Iglesia católica de la República Checa ya no tiene derecho a llamarse católica.
La esencia de la enseñanza católica es el Evangelio, que asegura la vida eterna después de la muerte. La salvación consiste en confesar nuestros pecados y acudir con fe al único Salvador. El Hijo de Dios se hizo hombre para morir y expiar nuestros pecados. Esto es lo que nos proporciona la salvación y constituye la esencia de la buena nueva, del evangelio.
Sin embargo, el arzobispo Graubner y la CEC rechazaron esta esencia tanto del cristianismo como de la catolicidad. ¿Cómo? Abrazaron una nueva doctrina contenida en la herética Fiducia supplicans. En lugar de animar a los sodomitas al arrepentimiento y guiarlos a la salvación, esta declaración bendice su pecado y lo legaliza. Al bendecir el pecado, lo niega, anulando así las leyes y los mandamientos de Dios. Si se niega el pecado, también se niega la necesidad de aceptar a Jesucristo como Salvador. Esto deja de lado el Evangelio, los diez mandamientos y el Credo, los fundamentos de la ortodoxia católica.
La teología dogmática y moral, basada en la Sagrada Escritura y en toda la Tradición, demuestra que, tras aceptar Fiducia supplicans, la Iglesia católica en la República Checa ha dejado de ser católica.
De ello se deduce, lógicamente, que los prelados de la República Checa o deben devolver al Estado la fortuna milmillonaria que recibieron en la restitución de bienes o arrepentirse públicamente y volver a la doctrina católica.
El 24 de enero de 2024, cuando los prelados checos de la Conferencia Episcopal Checa aceptaron oficialmente las enseñanzas no católicas y no cristianas de Fiducia supplicans, perdieron el derecho a la propiedad que se había devuelto a la Iglesia católica. El asunto del fraude milmillonario al Estado lo deberían abordar el Gobierno y los tribunales competentes. La consecuencia lógica de esto debería ser la revocación del registro estatal de esta organización, que desde el 24 de enero de 2024 actúa fraudulentamente bajo el nombre de «Iglesia católica». Con sus nuevas enseñanzas y estatutos, esta organización puede solicitar el registro nacional con un nombre diferente que refleje sus creencias reales, que son completamente opuestas a la doctrina católica. Podría registrarse con un nombre apropiado, como «Iglesia sinodal LGTBQ+ arcoíris».

+ Elías
Patriarca del Patriarcado Católico Bizantino

10 de agosto de 2025