SOBRE EL VII MANDAMIENTO

• Hurto: tomar lo ajeno contra la voluntad del dueño, ordinariamente a escondidas. Mal principal: privación del bien al legítimo propietario.
• Rapiña: apropiación a vista del dueño, con violencia o coacción. Añade al daño patrimonial la ofensa personal, por lo que es más grave.
Extensión moral del precepto: prohíbe no solo la sustracción directa, sino toda injusticia en materia de bienes (engaños, fraudes, cohechos, corrupción, abuso de autoridad, pleitos injustos, etc.).
Nota pastoral: la frecuencia social del hurto y la rapiña exige formar la conciencia en justicia conmutativa y caridad, evitando normalizar prácticas injustas.