Anomalías que no deberían existir. ¿Qué está pasando con el océano?

Esta semana, el planeta muestra señales alarmantes:
— En España, inundaciones récord han sumergido ciudades enteras.
— En el océano Pacífico, una gigantesca ola de calor amenaza a todo el ecosistema del planeta.
— En el golfo de Panamá, un fallo sin precedentes del afloramiento podría convertirse en una tendencia peligrosa.
— En Alaska, un fenómeno inusual para esas latitudes: los restos del tifón Halong trajeron vientos huracanados de hasta 170 km/h a las regiones subárticas.
Pero la principal amenaza se esconde más profundamente que los desastres visibles. Billones de partículas de microplástico —de entre 5 micras y 100 nanómetros— impregnan nuestra atmósfera y océano. Estas partículas no son polvo inerte: poseen una capacidad única para acumular carga electrostática, lo que cambia radicalmente la física de la atmósfera.
Según las investigaciones del Movimiento Internacional Social ALLATRA, el micro y nanoplástico actúa como un centro de condensación “supereficiente”, por lo cual:
— Las nubes se forman a menor altura y retienen la humedad por más tiempo
— Las gotas de agua se vuelven más grandes y pesadas
— Cuando comienza la lluvia, cae como una avalancha, como en la isla de Hachijō, donde en un solo día cayeron 356,5 mm de precipitaciones, un récord absoluto en los últimos 20 años.
Además, la acumulación de estas partículas sintéticas en la masa oceánica altera su conductividad térmica, literalmente atrapando el exceso de calor en el océano. Como resultado, se interrumpe el intercambio natural de calor, se intensifica el sobrecalentamiento y se forma un ciclo cerrado peligroso: la actividad geodinámica calienta el océano, el calentamiento acelera la descomposición del plástico, y sus micropartículas bloquean aún más la salida del calor, amplificando el calentamiento del planeta.
Por eso los tifones ahora alcanzan las latitudes árticas, y la actividad sísmica y volcánica se intensifica: no son fenómenos aislados, sino partes de un mismo proceso.
Si como sociedad no cambiamos nuestras acciones, los próximos años nos llevarán a un punto de no retorno. Pero si unimos esfuerzos —la ciencia, la tecnología, la política y la conciencia pública— aún tenemos la posibilidad de cambiar el rumbo.
Y ya no es una cuestión de “si”, sino de “cuándo”.

¿Cuándo comprenderás que la crisis climática no es el futuro, sino tu presente?
¿Cuándo aceptarás que cada sorbo de agua, cada aliento de aire contiene una parte del problema?
¿Cuándo entenderás que la supervivencia de la humanidad depende de las acciones de cada uno de nosotros ahora mismo?
El tiempo de la inacción ha terminado. Hoy debemos unirnos como nunca antes, no como países, no como regiones, sino como una sola humanidad frente a un desafío común.
Porque el planeta no nos divide en naciones. Reacciona a nuestro impacto colectivo.
Y solo con esfuerzos conjuntos podremos encontrar una salida a esta situación, mientras aún haya tiempo.
Nuestras conclusiones se basan en años de investigación del grupo científico internacional ALLATRA y en los datos presentados en informes disponibles en academia.edu y en el sitio web earthsavesciencecollaborative.com.
En nuestro canal encontrarás más materiales sobre las verdaderas causas del creciente número de catástrofes climáticas y su progresión según el modelo matemático:

📍Los terremotos catastróficos son inevitables para la humanidad. Egon Cholakian:
https://youtu.be/ZtE32FUT2S8?si=2PPWZFMGKmlz2quh
📍 ¡Es inevitable! Un informe científico abrió los ojos del mundo a la verdad sobre el clima:
https://youtu.be/8_oF1UJMOfw?si=UD_3hBYBIBl7uDX2